La Melena de León, también conocido como Hericium Erinaceus, es un hongo nootrópico (Los nootrópicos son también conocidos como estimulantes de la memoria o potenciadores cognitivos) que tiene una larga historia de uso en la medicina tradicional china (MTC) y japonesa para promover la salud cerebral y neurológica. Los estudios sobre la Melena de León muestran que favorece la producción del factor de crecimiento nervioso (NGF) y cruza la barrera hematoencefálica para apoyar directamente a las células cerebrales.

Cultivo y crecimiento

En cuanto al nombre de especie, erinaceus significa en latín erizo, siendo este nombre propuesto por Bulliard por su semejanza con dicho animal. Normalmente fructifica sobre árboles planifolios muertos o moribundos. Durante su madurez, el cuerpo fructífero globular caracteriza por presentar unas llamativas espinas blancas colgantes (basidiomas), que miden entre 1 y 4 cm, y que le dan un aspecto de cascada congelada o de una majestuosa Melena de León (de ahí su curioso nombre popular). Este hongo requiere temperaturas de 20-25°C para obtener un crecimiento micelial óptimo, y entre 18 y 24°C para producir cuerpos fructíferos. H. Erinaceus se encuentra protegido del extractivismo masivo.

Propiedades y beneficios

ALIADO DE LA SALUD DIGESTIVA, AYUDA A RECUPERAR LA MICROBIOTA INTESTINAL
Este hongo, se usaba en la Medicina Tradicional China (MTC) para tratar problemas digestivos, ya que favorece la buena digestión. Contiene compuestos bioactivos que fomentan la curación de la mucosa intestinal dañada.

REDUCE INFLAMACIONES
Ayuda a combatir la inflamación intestinal, y de esta forma, estimula la función inmunológica.

FAVORECE LA MEMORIA Y CONCENTRACIÓN
Este hongo destaca por sus propiedades que mejoran el enfoque, la concentración y la memoria, convirtiéndolo en un suplemento ideal para quienes buscan optimizar su rendimiento mental.

PREVENTIVO DE ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS
La Melena de León, es particularmente beneficiosa para la función cognitiva. Uno de los aspectos más notables es su capacidad para apoyar la reparación y regeneración del tejido nervioso. Este hongo contiene compuestos bioactivos, como las hericenonas y los erinacinos, que promueven la producción de Nerve Growth Factor (NGF), una proteína crucial para el crecimiento, mantenimiento y supervivencia de las neuronas.

El NGF desempeña un papel vital en la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales, un proceso esencial para el aprendizaje y la memoria.

Además, la Melena de León tiene un impacto significativo en el hipocampo, una región del cerebro que juega un papel clave en la formación de recuerdos. El hipocampo es fundamental para la formación de nuevas conexiones neuronales y el almacenamiento de la memoria. Estudios han demostrado que este hongo puede promover el crecimiento de nuevas neuronas en el hipocampo, favoreciendo la creación de nuevas conexiones neuronales y mejorando las capacidades cognitivas.

La acción de la Melena de León no se limita al sistema cognitivo, también se observa que tiene efectos neuroprotectores, ayudando a proteger el cerebro contra el estrés neuronal y reduciendo la inflamación. Este es particularmente beneficioso en enfermedades neurodegenerativas asociadas con el envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, entre otras.